miércoles, 15 de octubre de 2008

Lo dice la Prensa... 8 años en desacuerdo


Jerez y La Barca se 'pelean' durante ocho años para ver quién construye una acera
La vivienda afectada sufre desde entonces inundaciones y problemas de humedad


El caso de Teresa Martínez Bontempini, vecina de La Barca de la Florida, es uno más en el que un ciudadano contempla impertérrito cómo su caso, su demanda, su necesidad en suma, se convierte en un arma arrojadiza entre administraciones.

Todo comenzó el día en que Teresa decidió comprar una parcela en plena La Barca. Lo hizo entre las calles Vicos y La Manga. Comenzó a construir, con todos los papeles en regla y fue en el año 2000 cuando pudo entrar a disfrutar de su vivienda tras recibir el permiso de primera ocupación. Pero había un pequeño 'problema': la vivienda se ubica en una zona donde las aguas corren con fuerza cuando llueve, si bien la solución radicaba en la construcción de una simple acera.

Ocho años después, Teresa Martínez sigue con el problema sin resolver. Es más, "en estos años han construido viviendas a un lado y a otro de la suya, todas ellas con sus correspondientes aceras, pero en nuestra parcela no", dice Teresa Martínez a la hora de referirse a una promoción de 16 viviendas y a un supermercado con viviendas en altura. Mientras tanto, y más tras las últimas avenidas de agua, la situación no ha hecho más que empeorar. La vecina, según reconoce, no tiene más remedio que mudarse a Jerez cuando el tiempo se torna frío "pues la humedad está provocando que la casa sea inhabitable. El agua se ha quedado dentro y las pocetillas, que en principio tragaban agua ahora se dedican a echarla fuera".

Aunque sea realmente grave lo descrito, el verdadero problema es de carácter burocrático. Fue en 2003 cuando la vecina comenzó a pedir que le instalasen una acera. Fue en ese preciso momento cuando los ayuntamientos de La Barca y de Jerez empezaron a pasarse la pelota al respecto de quien debería construir la referida acera. Evidentemente, cuando se trataba de promociones de viviendas, era la propia promotora la que levantaba la acera, si bien cuando el constructor era un particular este asunto acababa en una especie de limbo legal.

Teresa Martínez Bontempini lo tenía absolutamente claro: "Yo no voy a construir una acera porque no es mi obligación".

Teniendo en cuenta que el problema sigue sin ser solucionado (Teresa sigue con su casa anegada y humedad y sin acera en la que plantarse cuando sale de ella) fue la intervención del por entonces Defensor de la Ciudadanía, Agustín García Lázaro, quien logró arrojar luz, pero no solución, a este respecto. ¿Cuál era el problema? Pues básicamente que la delegada de Medio Rural, María de Carmen Martínez, desviaba al Ayuntamiento de La Barca el mantenimiento de una acera que ni siquiera había sido construida. ¿Cómo se va a mantener en buen estado algo que no existe? Algo tan nimio provocó un amplio papeleo que a día de hoy sigue sin ser solucionado.

diariodejerez.es

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