miércoles, 27 de mayo de 2009

Lo dice la prensa...

Estar lejos de la ciudad, una desventaja para los alumnos de las pedanías

Disfrutar de la tranqulidad de una población pequeña se torna en desventaja cuando hablamos de igualdad en recursos educativos y en acceso a la cultura. La lejanía con respecto a Jerez es el obstáculo principal al que se enfrentan los alumnos y estudiantes de la zona rural a la hora de disponer de los mismos servicios que sus compañeros de la ciudad. Según la Propuesta de Tipificación de Centros Educativos en la zona rural de la Campiña de Jerez, entre los inconvenientes destaca «la desventaja socioeconómica en determinados núcleos dispersos o barriadas rurales en las que aún se carece de servicios mínimos en las viviendas (agua corriente, electricidad o teléfono) y servicios urbanos (alcantarillado, recogida de residuos, asfaltado de calles o iluminación)».
La dispersión geográfica provoca que estos alumnos tengan que utilizar el transporte escolar para ir al instituto, con lo que eso supone: «A veces se tienen que levantar a las 6.30 de la mañana y vuelven a casa a las 15.45. Tienen menos horas de sueño y más cansacio acumulado que los alumnos que viven en la ciudad, a dos pasos del instituto. Pero no solamente es el tiempo que emplean en el autobús sino el que tienen que esperar. Hay alumnos transportados que llegan al instituto media hora antes de que empiecen las clases», detalló la portavoz de la Plataforma de la zona rural, Paqui Morales. «Además, el transporte sólo cubre el horario lectivo, por lo que, para poder hacer actividades extraescolares, estos alumnos tienen que depender de que la familia tenga un coche y tiempo para poder llevarlos y traerlos al instituto por las tardes», añadió.
El informe refleja también que estos núcleos de población -a excepción de Guadalcacín y La Barca- no disponen de guarderías ni escuelas infantiles para niños de 0 a 3 años. Así, el colegio «se convierte en el único y más importante referente cultural de la zona y, en muchos casos, es el único espacio útil para el asociacionismo y la participación».
Otra de las características diferenciadoras de estos estudiantes con respecto a los que viven en la ciudad, es el afianzamiento de las desigualdades entre los hombres y las mujeres: «Algunas discriminaciones, que relegan a la mujer a los trabajos de la casa y la atención a los hijos, con una perspectiva puramente machista, aún existen en determinados núcleos por lo que es importante establecer programas de coeducación e igualdad».
Pero no todas las diferencias son negativas sino que los alumnos de la zona rural también disfrutan de alguna ventaja. «Los que estudian en un Semi-D tienen más calidad de enseñanza poque es un centro más pequeño. Es un trato más cercano y más controlado», apuntó Morales. De hecho, las recomendaciones de los últimos informes PISA incluyen rehuir de macro centros con 800 ó 1.000 alumnos para limitarlos a 300. En los Semi-D jerezanos suele haber una media de 200 estudiantes por centro.

lavozdigital.es

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