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El alcalde de La Barca se encuentra peor de salud, pero recalca que no abandonará la protesta «hasta cobrar o hasta que el cuerpo aguante»
«Me encuentro flojillo, con pocas fuerzas, pero lo peor es que nadie se pone en contacto conmigo». Así resumía ayer el alcalde de La Barca de la Florida, Roque Valenzuela, su estado físico y anímico después de seis jornadas de huelga de hambre para reclamar al Consistorio matriz, el de Jerez, el pago de los 120.000 euros que necesita para hacer frente a su deuda con Endesa, para pagar nóminas y para poder montar la feria de la pedanía.
Los médicos volvieron a visitar ayer al huelguista, que permanece en su despacho del Ayuntamiento barqueño, y que desde el pasado jueves sólo ingiere líquidos. «Tengo la tensión baja, y también el azúcar», explica él mismo. No en vano, hoy encara su séptima jornada de protesta sin tomar ningún alimento sólido.
Pero no piensa arrojar la toalla a pesar del calor o del agotamiento. «Sólo voy a abandonar la protesta si el Ayuntamiento de Jerez paga lo que le pedimos los ciudadanos de La Barca, o hasta que el cuerpo aguante», insistió ayer el primer edil pedáneo que actualmente está suspendido temporalmente de la militancia en el PSOE.
Sobre sus ex compañeros de partido y gobernantes en Jerez no tiene precisamente buenas palabras. «Lo malo no es que no me hayan pagado más que una miseria, lo peor es que desde que inicié la huelga de hambre no se han puesto en contacto conmigo en ningún momento, ni siquiera para decirme que están buscando soluciones», puso de relieve antes de añadir que «sé que lo que estoy haciendo es una barbaridad, pero hay una fácil solución para todo esto: que demuestren que tienen capacidad y categoría política y que van a tomarse de una vez en serio la zona rural».
En esta línea, Valenzuela siguió con los reproches, y lamentó la actitud «orgullosa» evidenciaba por, entre otros, la alcaldesa jerezana, Pilar Sánchez, ante su movilización. «Le falta voluntad para querer arreglar las cosas, para admitir que se está equivocando y para solucionar los problemas rurales. Y eso no se lo vamos a permitir», finalizó el edil antes de apuntar que «hay incluso más gente que se ha querido sumar a esta huelga de hambre, pero les he convencido de que no lo hagan».
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